Revista del Colegio de Arquitectos de Valladolid

Nuestros compañeros del CLÚSTER de empresas hablan en el número 9 de la revista de Arquitectos de Valladolid sobre la evolución de las líneas de trabajo colaborativa en el ámbito de la construcción, enfocándose el aprovechamiento de las nuevas tecnologías y la innovación y aplicándolas en el desarrollo del sector. (BIM, Building Information Modeling).

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Revista del Colegio de Arquitectos de Valladolid

Nº 9 | BMI METODOLOGÍA PRESENTE Y FUTURO DE LA ARQUITECTURA

BIM, colaboración, Integración

AEICE – HÁBITAT EFICIENTE.

Tres líneas en la base de una estrategia para abordar el futuro

 

La disciplina de la arquitectura evoluciona de forma paralela a la sociedad a la que sirve. Manteniendo los principios básicos, sustentándose en el cuerpo teórico y práctico de su pasado, es necesario apropiarse de aquellas herramientas y estrategias que la evolución de nuestro entorno nos ofrece. Así ha sido históricamente y así seguirá siendo.

Hoy, las nuevas tecnologías digitales abren perspectivas hasta hace poco impensables. Estas tecnologías están modificando la forma de trabajar del arquitecto, tanto desde la apertura de nuevas forma de negocio, de nuevos servicios al cliente, de nuevas posibilidades formales y proyectuales, como desde la propia concepción de dicho trabajo, abriéndose un escenario amplio de estructuras organizativas que dichas tecnologías propician.

En Garcotec no somos ajenos a esta evolución de nuestro entorno y trabajamos intentando aprovecharla. Para ello, creemos que es un valor conjugar la experiencia y el conocimiento que

más de veinte años de trabajo en el sector nos dan, con las nuevas herramientas y procesos que la tecnología nos ofrece.

Como herramienta fundamental, BIM es el camino irrenunciable. A sus evidentes ventajas en el ciclo de vida de nuestra propuesta arquitectónica debemos sumar su próxima obligatoriedad para proyectos de las Administraciones Públicas y su más que previsible generalización en proyectos privados.

Tras los correspondientes inicios formativos, nuestra primera experiencia auténticamente BIM, y por tanto colaborativa, fue la participación en el Concurso BIM COMPETITION 2015 de Valladolid. El reto de desarrollar un proyecto desde cero en tan solo cien horas fue apasionante.

Pero más aún lo fue el hecho de hacerlo formando parte de un equipo multidisciplinar formado por profesionales, conocidos y desconocidos, cercanos en unos casos y muy lejanos en otros.

Trabajar, por ejemplo, con compañeros en Emiratos Árabes, como si estuvieran en tu propia oficina, a partir de herramientas y pluggins de trabajo en equipo, poder hacer validaciones y comprobaciones de errores a través de SOLIBRI o TEKLA, reduciendo al máximo los errores o potenciales fallos, lograr una coordinación de todos los procesos y subprocesos y presentar un resultado final impensable sólo unos meses antes, significó para nosotros un hito en nuestra trayectoria.

En este concurso también asumimos la gestión LEAN del proceso. La conjunción de la metodología BIM, mas tecnológica, con la metodología LEAN, mas organizativa, permite estructurar, planificar y coordinar las actuaciones concurrentes de múltiples intervinientes,

estableciendo las medidas de corrección o reorientación prácticamente en tiempo real.

BIM nos abrió perspectivas desconocidas, no sólo como herramienta tecnológica, sino sobre todo como metodología de trabajo. Descubrimos las posibilidades que la colaboración

entre los diferentes agentes de la cadena de valor nos permitía, tanto para el desarrollo de proyectos arquitectónicos como para otra tipología de trabajos, y la importancia de que esa participación múltiple pueda ser concurrente y plantearse desde las etapas iniciales del diseño.

La colaboración nos ha permitido ganar tamaño en muchos de nuestros encargos, extremo éste que consideramos crítico para afrontar el futuro de la profesión. El camino será largo y no exento de dificultades, pero la dimensión de nuestras organizaciones será un elemento

excluyente a medio plazo. Por ello, creemos que es imprescindible planificar este crecimiento y dar pasos que favorezcan el mismo, a través fórmulas innovadoras como pueden ser la formación de UTEs, la integración en equipos pluridisciplinares, las agrupaciones de interés económico, etc.

Como ejemplo de esta forma de trabajo podemos citar la adjudicación formando parte de una UTE con una ingeniería de dos de los tres lotes licitados por la Consejería de Educación en el concurso para la realización de certificaciones energéticas en los centros de secundaria de nuestra región. Un reto por el número y magnitud de los edificios, y por el valor añadido ofertado. Gracias a la colaboración entre arquitectos, ingenieros y economistas, conseguimos, no sólo dar respuesta al objeto del contrato sino desarrollar una metodología ad hoc para nuestro cliente. Valor añadido, personalización, colaboración, como ejes diferenciadores de nuestra actuación.

La pertenencia a AEICE nos permite también la aplicación del trabajo colaborativo y la implicación directa en proyectos de I+D+i. Es en este ámbito de la innovación en el que en mayor grado se aprecia la similitud y facilidad de integración entre la metodología-tecnología BIM y las herramientas empleadas en procesos innovadores: la parametrización, la simulación o el diseño concurrente incardinan directamente con los métodos de diseño de experimentos, análisis de viabilidad técnico-económica, TRIZ etc.

En el último año hemos incrementado nuestra colaboración en el equipo Hábitat Eficiente del clúster AEICE. Se trata de empresas del sector manufacturero de la industria de la construcción embarcadas en una iniciativa para promover su inmersión en el mercado “contract” y su IMAGEN.

Dentro de su actividad conjunta como grupo, estas empresas han considerado conveniente la colaboración no sólo con “productores materiales” sino con empresas que puedan asesorarles en la creación de nuevas líneas funcionales y de diseño en productos colaborativos, como es nuestro caso, o de empresas como 3D Intelligence, que aporta el indispensable componente tecnológico en el mundo de las tecnologías de la información, la realidad virtual o el big data.

Esta integración nos ha permitido abrir la perspectiva en nuestras líneas de trabajo y nuestras redes de colaboración, diseñando varios espacios demostrativos, e iniciando nuevas líneas de negocio.

Desde una primera colaboración, el “Aula Duero Douro”, en la que seguimos un esquema del proceso de diseño y constructivo tradicional, basado en un proyecto, organización de obra por una única persona y gestión de entrada a montaje de las diferentes empresas, a la manera de trabajar abierta que venimos aplicando en el Showroom de Hábitat Eficiente, en el que todos aportamos nuestro grano de colaboración para lograr un espacio expositivo – demostrativo dinámico de los productos de las empresas colaboradoras.

Trabajamos en equipo con base las nuevas tecnologías, aprovechando las posibilidades que la realidad virtual, el diseño colaborativo y el BIM, entre otras, nos ofrecen. Hemos desarrollado, en este equipo, proyectos de innovación como HABIKET, donde hemos colaborado en la definición BIM de los espacios y los productos, hemos participado en misiones inversas internacionales y estamos iniciando un nuevo camino de especialización en el sector hotelero.

Como arquitectos, hemos convertido en nuestro el lema de este equipo: “Solos llegaremos más rápido, unidos llegaremos más lejos” Esta máxima ha hecho que tengamos un flujo de colaboración bastante fluido con muy diversos agentes del sector integrados en el clúster, compañeros del mundo de la arquitectura, de la ingeniería, de la construcción, fabricantes, gestores de patrimonio, centros tecnológicos y entidades de conocimiento.

Concebimos la metodología BIM no solo como herramienta fundamental del trabajo arquitectónico sino también como herramienta fundamental para garantizar la calidad de nuestro trabajo y la innovación en nuestro sector. Calidad e innovación para enfrentar los retos de dar servicio a una sociedad inmersa en la mentalidad “lowcost” pero cada vez más exigente.

En cualquier caso, siempre herramienta, nunca fin en sí mismo, siempre instrumento de ayuda, porque el diseño arquitectónico inevitablemente tiene una componente de acto creativo y de reflexión profunda imprescindibles para abordarlo, es en esencia un proceso intelectualmente artesano al que la componente tecnológica puede ayudar, y mucho, pero nunca sustituir.

Consideramos, por lo tanto, que es apasionante y enriquecedor el camino que el BIM, el trabajo colaborativo y la integración nos ofrecen. Iniciar este camino, para nosotros. no ha sido una opción sino una obligación como responsables de nuestra organización.

 

 

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